El origen de la tarta tres leches, aunque se ubica en centroamérica, es incierto. Existen variantes de este postre y la más conocida es la que se realiza con una capa de cobertura con merengue. Como su nombre bien indica el postre tiene, leche evaporada, condensada y nata (una porción muy especial de la leche, rica en grasa). Un sabor muy suave hace que este postre se funda en el paladar y que no podamos para de comer. Una receta muy sencilla que como acompañamiento del desayuno, el café de la tarde o postre para el almuerzo hará las delicias de todos.
Ingredientes:
Para el
bizcocho:
4 huevos
120 gr. de
azúcar
120 gr. de
harina
Esencia de
vainilla
Para el
relleno:
200 gr. de
leche evaporada
200 gr. de
leche condensada
200 gr. de
nata
Enseres
Molde desmontable
de 22 cm de diámetro
La foto del corte se realizó un día más tarde. La cobertura se había absorbido en parte. |
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º.
En un bol ponemos los huevos enteros y los batimos. Una vez batidos
agregamos el azúcar y la batimos hasta que quede incorporada a la mezcla.
Cuando se uniforme, añadimos la harina y envolvemos con la finalidad de que
quede esponjosa la masa.
En un molde, previamente engrasado, ponemos la masa del bizcocho y metemos
al horno por 20 o 25 minutos.
Ahora toca el “relleno”. La mezcla que haremos a continuación empapará el
bizcocho, de ahí que el relleno vaya entre comillas. Mezclamos la leche evaporada, la leche condensada y la nata y apartamos.
Una vez horneado antes de que se enfríe lo desmoldamos, lo ponemos del revés en
el mismo molde y pinchamos toda la
superficie con una brocheta. Dejamos reposar hasta que el bizcocho absorba todo
el líquido. Desmoldarlo invirtiendo nuevamente el bizcocho.
Podemos espolvorearla con azúcar, chocolate o cubrirlo con nata montada, merengue, dulce de leche... o con lo que vuestra imaginación decida.